Las viviendas se sitúan en un enclave privilegiado del Valle de Lecrín, en parcelas que descienden hacia sureste y disfrutan de espléndidas vistas y soleamiento.
Aprovechando este emplazamiento se plantean dos viviendas con espacios exteriores aterrazados y ajardinados hacia sureste que articularían los grados de soleamiento y generarían continuidad entre los interiores y el paisaje.